sábado, 30 de mayo de 2009

SOCIOLOGOS IMPORTANTES

EMILE DURKEIM 1858-1917


Al igual que Comte defendió el carácter científico de la sociologia. Dentro de la tradición positivista francesa, Durkheim pensaba que era legítimo emplear el conocimiento científico de la sociedad para intervenir en ella a fin de procurar mejoras sociales.
Su preocupación sobre el problema de la cohesión social en las sociedades modernas aparece en su tesis doctoral “La división del trabajo social (1893)”. En este trabajo, estableció la diferencia entre solidaridad mecánica y orgánica, referidas a las sociedades simples y a las complejas preguntándose por las razones que garantizan o en cuya ausencia se pone en peligro la cohesión social.
Según Durkheim en las sociedades simples donde solo hay una limitada división del trabajo (o un bajo nivel de diferenciación social) los individuos son relativamente intercambiables. En estas sociedades dependen todos de todos y todos comparten una conciencia colectiva, o un sentimiento de pertenencia a esa sociedad que garantiza la cohesión social y la supervivencia de esa sociedad.
En las sociedades modernas, con tecnologías avanzadas y gran división del trabajo, los individuos son interdependientes, es decir, dependen unos de otros para satisfacer sus necesidades básicas. Las sociedades modernas también necesitan de algun tipo de conciencia colectiva: una serie de valores o visiones del mundo comunes y compartidas que actúen como “pegamento social” moderando las aspiraciones puramente egoístas de los individuos y manteniéndoles unidos por encima de sus intereses particulares, pero sin ahogar estos. Cómo conseguir este equilibrio entre las aspiraciones individuales y la cohesión social es uno de los principales temas de reflexión de Durkheim.
En “Las reglas del método sociológico” (1895) Durkheim insistió que la sociología debía basarse en la observación y en la aplicación del método ciéntifico (en oposición a la filosofía) y señaló que el objeto de estudio de la sociología eran los hechos sociales y no las motivaciones individuales. (frente a la psicología). Los hechos sociales tienen auténtica consistencia social y constriñen o influencian sus acciones (las normas, las instituciones). Durkheim definió los hechos sociales como: maneras de obrar, de pensar y de sentir exteriores al indiviuo y dotadas de un poder superior por el cual se le imponen. Son parte de la supremacía material y moral que la sociedad tiene sobre sus miembros. Tienen por efecto fijar, instituir fuera de nosotros, determinadas maneras de obrar y determinados juicios, que no dependen de cada voluntad particular tomada separadamente. Por ello centra sus estudios en las instituciones que define como todas las creencias y formas de conducta instituidas por la colectividad.
Insistió en la especificidad del ámbito de lo social. Reclamó su carácter prevalente, subraya la existencia de leyes propias de la mentalidad colectiva y en fijar su atención en la realidad específica de lo social: los hechos sociales. Las Reglas básicas para el tratamiento de los hechos sociales son:
A) Evitar las prenociones y prejuicios previos, b) Tomar solo como objeto de investigación los fenómenos definidos por sus caracteres exteriores comunes. C) Evitar todo subjetivismo, tomando los hechos por el lado en que se presenten aislados de sus manifestaciones individuales
Durkheim inició la tradición sociológica interesada en explicar la conducta social por la influencia de factores “macro”, de tipo estructural o normativo, frente a la tradición weberiana que entiende que la explicación sociológica debe dpartir del análisis de la acción social de los individuos.
Para Durkheim el sociológo debe estudiar en qué medida, prácticas, valores o instituciones sociales contribuyen a la cohesión social y si su ausencia explica patologías sociales que pueden hacer peligrar la viabilidad de esa sociedad.
“El suicidio” (1897) es una obra de investigación que le sirvió a Durkheim para mostrar la validez de sus propuestas metodológicas y teóricas y ala vez para reflesionar una vez más sobre el problema de la cohesión social en las sociedades modernas. Mediante análisis estadísticos, pioneros en su época, demostró que la tasa de suicidio variaba entre individuos de distintas creencias religiosas y distintos grupos sociales. Por ello, estas variaciones no podían explicarse recurriendo a factores psicológicos. Eran hechos sociales que requerían una explicación social. Llega a la conclusión de que “El suicidio anómico”: se produce cuando tienen lugar cambios sociales súbitos que dan lugar a quiebras o desajustes en las normas sociales, éstos producen un estado de anomia que supone confusión, inseguridad, falta de criterios, que a veces conduce al suicidio. Este concepto de anomia ha sido aplicado por otros sociólogos en el estudio de patologías sociales y conductas desviadas.
En “Las formas elementales de la vida religiosa” (1912) volvió a sus reflexiones sobre la naturaleza de la conciencia colectiva en las sociedades simples. Mantuvo que las creencias y ritos religiosos son representaciones colectivas de la sociedad que sirven para reafirmar los valores de esa sociedad y, así fortalecer la cohesión social.
Convencido de los nexos entre los grandes movimientos del XIX: nacimiento de la Sociología, cambio en las ideas religiosas (vacío en la identidad de creencias) y la emergencia del socialismo para sentar las bases de una nueva organización social.
La Sociología podía aportar las bases de un conocimiento metódico y riguroso para la solución científica de los problemas sociales.
Su visión sobre el socialismo era que debía ser una aspiración más global que reorganizara el cuerpo social en su conjunto, reivindicó las concepciones socialistas que aspiraban a una organización más democrática de la sociedad, a la igualdad jurídica de ambos sexos, una moral más altruista, una simplificación de las normas jurídicas. Siendo una transformación compleja y profunda que implicaba ajustes y reformas en todas las partes del organismo social.
El problema social fundamental no era el económico sino un problema de consenso social, de compresión de la superioridad moral de la sociedad y de interiorización de todos los imperativos, normas y obligaciones requeridas para su buen funcionamiento. Sus ideas que crearon escuela fueron: idea de institución social, la relación de los conceptos sociológicos de cultura y sociedad, el análisis estructural-funcional, construcción de tipologías, acotamiento de los principales campos temáticos de la Sociología, desarrollo de teorías específicas como la anomia.






Augusto Comte. (1798-1857)

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el romanticismo que caracterizara al idealismo alemán comienza a perder vigencia. El positivismo pretende "atenerse a los hechos" y toma a la ciencia experimental como modelo de toda racionalidad. Pero paradójicamente, muchos positivistas en tanto han exaltado a la ciencia y a la humanidad en su capacidad de producir ciencia, que pueden ser considerados, en el fondo, románticos. Hay quienes incluso, afirman que el positivismo es una suerte de "romanticismo de la ciencia".
Es posible que sea Augusto
Comte. Quien mejor represente al positivismo, tanto que podría ser considerado su fundador.
En conjunto, la ciencia positiva, puede describirse por:

1. Proponer un nuevo modelo de racionalidad científica
2. Mantenerse dentro del terreno de los ‘hechos’, entendiendo esto último no tanto los datos inmediatos de los sentidos sino las relaciones entre dichos datos, esto es las ‘leyes’ científicas. Las leyes dejan de ser ‘hechos’ para transformarse en ‘generalizaciones a cerca de los hechos’.
3.
Agonosticismo, se desprecia la metafísica en tanto que considera incognoscible todo lo que se encuentra más allá de los hechos.
4. La ciencia es la única guía para la humanidad y tomando los ideales de la ilustración, confía en el progreso indefinido.
5. El valor de la ciencia se subordina a la función práctica del saber y es relativizado en su sentido histórico.
6. Representa la ideología burguesa en tanto defiende el utilitarismo.
Puede afirmarse así que los ideales del positivismo coinciden parcialmente con los de Bacon, quien intentó recoger los primeros resultados de la revolución industrial. Pero el positivismo fue también un intento para remediar los conflictos sociales del siglo XIX.
Hay, en el positivismo, una relación notable con el empirismo, en tanto valoran la información que proviene de la experiencia. Pero hay una clara diferencia, para el positivismo es, sin dudarlo, un realismo: los sentidos toman contacto con la realidad y las leyes de la naturaleza expresan con conexiones ‘reales’ y no simplemente hábitos subjetivos.

Orden y progreso
En esta línea, la filosofía de
Comte posee una clara intención de reforma social en el contexto de las consecuencias de la Revolución Francesa.Comte postula que la reforma no puede realizarse exitosamente sino precede una reforma teórica. Comte opone el ‘orden’ a la ‘revolución’ lo cual lo aproxima a los filósofos de la Restauración, pero se separa de ellos a buscar el orden en el ‘progreso’, no en la vuelta al pasado.

El Estado Positivo
"Consiste esta ley que en cada una de nuestras concepciones principales, cada rama de nuestros conocimientos, pasa sucesivamente por tres estados teóricos diversos: el estado teológico o ficticio; el estado metafísico o abtracto; el estado científico o positivo. (...) En el estado teológico, el espíritu humano, la dirigir esencialmente sus investigaciones hacia la naturaleza íntima de los seres, las causas primeras y y finales de todos los efectos que percibe, es una palabra, hacia los conocimientos absolutos, se representa los fenómenos como producidos por la acción directa y continuada de agentes sobrenaturales, más o menos numerosos, cuya intervención arbitraria explica todas las aparentes anomalías del universo. En el estado metafísico, que no es en el fondo sino una simple modificación general del primero, se substituyen los agentes sobren aturales por fuerzas abstractas... En fin, en el estado positivo, es espíritu humano, reconociendo la imposibilidad de obtener nociones absolutas, renuncia a buscar el origen y el destino del universo y a conocer las causas íntimas de los fenómenos, para dedicarse únicamente a descubrir, mediante el empleo bien combianado del razonamiento y de la observación, sus leyes efectivas."
Augusto Comte, Curso de filosofía positiva, 1830
En síntesis, Comte es un 'idealista' en el sentido en que para el son las ideas las que habrán de determinar el orden social, para él, la causa de la crisis política y moral se encuentra en la anarquía intelectual. El 'desorden' revolucionario solo podría iniciar el camino del 'orden y el progreso' a través de un nuevo sistema de ideas, este sistema sería la filosofía positiva, el tercer estado luego del teológico y el metafísico. Pero es también racionalista e ilustrado en tanto admite un pogreso lineal de la humanidad con una meta que es el triunfo de la racionalidad. El positivismo se manifiesta en que dicha racionalidad es científica (o 'positiva'). Y finalmente, por basarse en la idea general de 'orden', la filosofía de Comte es, conservadora.



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